Desde el sector de la docencia, los profesionales del gremio claman la premura de acometer una serie de cambios en el sistema educativo español, que entre ostras cosas intentan remar en la misma dirección pero al tener tantas provincias como subsistemas educativos distintos, es una tarea difícil. ¿Se podrá conseguir? En mi opinión con la LOMLOE se puede conseguir, pero queda mucho camino por recorrer.
Retomando el comienzo del post, algunos de los cambios que son "urgentes" en el sistema educativos son:
- El pacto educativo, esto a todos nos suena, pues es algo mediático. Pero después de ocho leyes desde la restauración democrática, se ha hecho complicado que se materialice.
- Renovación del cuerpo docente. La verdad universal de que "si apruebas una plaza de funcionario, eres intocable", no es discutible. Esto nos lleva a que haya un sector del profesorado que se ancle en los antiguos paradigmas sociales, algo así como la "vieja guardia". Por suerte, y "como las cosas de palacio", todo necesita su tiempo y cuando hay el cambio generacional de profesores y maestros que tanto se espera, comenzará a verse la luz al final del túnel.
- Bajada del ratio alumno-aula, esto en España es una practica muy asimilada, pues en los CRA, donde por desgracia el numero de alumnos tiende a la bajada, los profesores en la escuela prácticamente dan clases particulares.
- Con esto vamos a que la creación de más centros públicos y la contratación de más docentes, junto con el aumento indirecto de plazas escolares que surgirían, haría que ese ratio bajase muy considerablemente. Un buen modelo a tomar es el de nuestros vecinos europeos, los finlandeses.
- Aumento de los fondos y la becas, todo lo que sea la financiación de la educación esta muy bien, sin embargo, la conciencia del que se compra un coche u otro bien con el dinero que ha ido recibiendo a lo largo de su carrera como estudiante, no lo veo muy lícito, ya que ese dinero que viene de los impuestos de cada uno de nosotros, y me crea una sensación de que estoy siendo robado delante de mis narices. Mi solución a esto, un rastreo de las becas que se conceden y a que se destinan.
No quiero crear la sensación de pesimismo, al contrario soy optimista y creo en el cambio a mejor pero siempre con cabeza.
¡Nos leemos!
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