En el aula pueden surgir múltiples conflictos que pueden ser visibles o no, como puede ser el acoso escolar o el ciberbullying. Ambos tipos de conflictos se basan prácticamente en lo mismo, pero se da mediante medios distintos, uno de manera presencial y otro a través de las redes.
Para solucionar dichos
conflictos, lo primero de todo es ser consciente de que en nuestra aula se está
produciendo esto y, a partir de ahí, comenzar a actuar desde los tres niveles
principales: a nivel de centro, a nivel de aula y a nivel del alumnado, sin
olvidar la colaboración y participación de las familias.
En cuanto a nivel de centro,
habrá que tener en cuenta el Plan de Convivencia recogido en la Programación
General Anual del centro, así como el protocolo de actuación del que dispone,
ya que con ello se conseguirá un adecuado ambiente de convivencia, así como
identificar las acciones que están mal y sus correspondientes sanciones.
Además también se contará con la
comisión de convivencia, a través de la cual se irá viendo y evaluando los
problemas que han ido apareciendo en el trimestre, comprobando si la manera de
solucionarlos ha sido la adecuada o es preciso llevar a cabo otras medidas de
mejora.
El principal proceso que se
llevará a cabo ante alguna situación de este estilo será: el director, tras
saber que hay un posible caso de acoso y tras recoger información, avisará al
servicio de inspección, se lo comunicará a las familias y realizará una
valoración de la misma – a través de entrevistas al agresor, victima, observadores
externos y familias-. Recogida toda la información se realizará un informe
donde se encuentre la descripción de la situación y de comenzar a aplicar las
medidas disciplinarias oportunas.
Si la situación empeora y va más
allá de los que puede abarcar el centro, se solicitará ayuda externa como
Guardia Civil, Servicios Sociales, Fiscalía de Menores, etc.
A nivel de aula, lo primero a
tener en cuenta que nosotros, como profesores-tutores tenemos una serie de
deberes y funciones a cumplir como respetar y hacer respetar las normas de
convivencia, colaborar en la prevención, detección, intervención y resolución
de conductas contrarias a la convivencia, etc.
En este nivel se tendrán en
cuenta las normas de clase, las cuales siempre irán en positivo, se
introducirán actividades donde se trabaje la tolerancia, la empatía, el
respeto, la no discriminación, el aprendizaje cooperativo, la inteligencia emocional,
las habilidades sociales, etc. Y, a su vez, se realizarán charlas, se contará
con el Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar,
donde participarán profesiones del ámbito del acoso y ciberacoso, se realizarán
dilemas morales, entre otros.
A nivel del alumno, tenemos que tener en cuenta quién es o
son las víctimas y quién es o son los acosadores. Identificados esos roles,
algunas de las actuaciones que deberíamos llevar a cabo son:
1.
Actuaciones con la
víctima:
-
Observación acompañada de un registro.
-
Alumno acompañante.
-
Favorecer la relación
social dentro del aula.
-
Actividades
interactivas para el desarrollo de la autoestima y autoconcepto.
2. Actuaciones con el acosador:
-
Observación acompañada de un registro.
-
Efectuar un ¨moldeamiento¨ para conseguir actitudes
positivas a través de refuerzos.
-
Realizar programas de modificación de conducta,
desarrollo personal, etc.
-
Llevar a cabo un ¨contrato de conducta¨, donde se
acuerden las conductas a mejorar.
Y, por último, en cuando a las
familias, además de comunicarles la situación existente, se llevarán a
cabo unas medidas de actuación tales como:
-
Contar con las familias y solicitar su participación, en
caso de ser necesaria.
-
Hacer sentir a los padres que están respaldados.
-
Realizar reuniones individuales.
-
Ofrecer pautas que ayuden a afrontar la situación de su
hijo.
-
Mantener informadas a las familias de los afectados de
las medidas propuestas.
-
Orientas a las familias sobre la necesidad de apoyos
externos para la superación del problema.
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